VIDA DE ORACIÓN

sábado, noviembre 04, 2006

Para acabar bien el AÑO LITÚRGICO 2006
P. Eduardo Abad


Para CATEQUISTAS y SACERDOTES con responsabilidades pastorales en grupos de la Palabra de Dios dominical o presidir la Eucaristía

Se nos acaba con su última CATEQUESIS Y HOMILÍA
Materiales de la CATEQUESIS con la IDEA UNITARIA: VIRTUDES TEOLOGALES, en los: DOMINGOS: 30 – 31 – 32 – 33 - 34

Domingo 30: LA FE

Domingo 31: LA ESPERANZA

Domingo 32: LA CARIDAD

DOMINGO 33:
Broche de oro que cierra el AÑO LITÚRGICO: Victoria escatológica en los cuatro vientos.

DOMINGO 34:
Colofón y Apoteosis de JESUCRISTO, QUE RIGE, GOBIERNA, DIRIGE EL UNIVERSO: JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

Las virtudes son fuerzas habituales, estables, para practicar el bien, sensibles y espirituales para relacionarnos armoniosamente con los otros seres humanos, con el Cosmos y con lo que está más allá, lo que nos trasciende, algo ABSOLUTO, DIOS.

La palabra VIRTUD significa fuerza, vigor, poder del entendimiento o de la voluntad. Es una aptitud del ser humano para obrar lo bueno. Surge de su propia naturaleza y por ello a esas fuerzas o virtudes se las llama Naturales o hábitos, porque estás como revestido de eso poderes o aptitudes.

Las virtudes naturales se adquieren por el ejercicio o práctica prolongada. Por eso se las denomina también “adquiridas”. Perfeccionan la “naturaleza” y la defienden de las tentaciones. Así lo experimentamos y lo contemplamos con la paciencia, la humildad, la castidad, la lealtad, hospitalidad etc.

Pero las principales virtudes naturales que sostienen todas las otras y que se las denomina por ello virtudes cardinales (giran alrededor de ellas, como “el cardo” hace girar el portalón), son: la PRUDENCIA, la JUSTICIA , la FORTALEZA y la TEMPLANZA

Esta disposición a obrar el bien, la puede también dar Dios y entonces llamamos a ese “don”: Virtudes Sobrenaturales, infusas o innatas. Por estas virtudes sobrenaturales o dones, el ser humano tiene la capacidad de obrar de una manera digna de Dios, pudiéndose relacionar filialmente con ÉL.

ESCUCHAR A DIOS:
Saber y entender lo que me dice

HABLAR CON DIOS:
con gestos, palabras y silencios sonoros y contemplación serena.

La Escritura 1 Cor 13.13 y la Tradición (“Ahora permanecen estas tres cosas: la FE, la Esperanza y la Caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad”) las llaman virtudes teologales y destacan de ellas: la FE , la Esperanza, y la Caridad , que son específicamente “dones” de Dios y es una participación a la misma vida de Dios.

Estas virtudes teologales o dones de Dios se nos dan o infunden como germen al recibir el Sacramento del Bautismo.

Vale la pena echar un vistazo a lo que opina E. Mounier (fundador de la corriente filosófica del PERSONALISMO) en su obra: “La confrontación del Cristianismo”, sobre LA VIRTUD, en esta época, en que todo es Light, ligero, liviano, sin esfuerzo alguno, no vaya a ser que se “hernie el niño”…

“Dos aspectos de la fuerza, (de la VIRTUD): aguantar y atacar. La educación cristiana moderna apenas desarrolla más que lo primero: por poco que se quiera ceder, tanta pereza le tienden la mano. Los enclenques y los moderados, dóciles pretenden hacer creer en nombre del espíritu que la agresividad, el coraje es siempre malo. ¿Y por qué pues?

Esta es mi doctrina: quién quiere aprender a volar debe en primer lugar aprender a tenerse de pie, a caminar, a saltar, a correr, a subir, a bailar: no se vuela al primer intento.

La agresividad es un instinto y no hay instinto malo, solo hay malos usos del instinto.

La iniciativa, el valor moral necesitan resortes. El que siente sus miembros al capricho de las audacias de otros carece de robustez necesaria para negarle su corazón.

Si tantos que se dicen “con buenas ideas” -bien-pensantes- aflojan en el momento de hacer el bien, es porque ellos son incapaces de saltar una zanja o dar una bofetada.

Aquel cuya sangre nunca se ha acelerado no conoce la paz cristiana”.

Edu, piariste