VIDA DE ORACIÓN

martes, noviembre 27, 2007

EL AMOR EN TIEMPOS DEL CÁNCER
Sobre mis días en el hospital por la operación
Emilia Sáenz Norori
Exalumna Calasanz de Managua
Managua 2 de Mayo de 2007


Ya me operaron y estoy en recuperación.

Espiritualmente se que Dios sabe para qué pasan las cosas y confío en Él. No que detenga el dolor sino que me de hasta donde aguante. Él sabe el tamaño de nuestra cruz pero humanamente soy cobarde, el dolor me atormenta, pero Dios sabe que sólo por aquí me podía debilitar, porque Èl trabaja mejor en la debilidad del ser humano. Me duele el alma, tengo miedo a sufrir pero todo es un crecimiento espiritual, y es darme hasta el último aliento, es entregarle hasta mi último ¡ay!. Pero confío en Él. Si me dará la salud, no sé. Sí me dará la fuerza, es mi esperanza.

Él está conmigo siempre.

No tenía mucho pero era feliz. Todos los días me sentía bien, tan bien y era consciente de mi felicidad extrema y lo soy. Lloro por lo que perdí y no volverá, lloro porque me sentía tan feliz en una historia de amor, entrega y diversión, mis vagancias, mis pacientes, mis viejitos, mis mujeres de ASMUCAN, mis niños del orfanato, mis pobres de Calcuta, mi reino. Lo perdí porque allí estaba mi corazón, y siempre le dije a Dios: ”Mira como soy, hazme como tú quieres que sea” y me tomó la palabra y me llamó a sufrir, tal vez porque era lo único que me podía doblegar, me botó de mi caballo y hoy me arrastró en mi debilidad, en mi miedo, y mi corazón solo está en Dios. Confío y espero en él, le suplico, le lloro, le hablo.

Pidamos a Dios que se haga su voluntad aunque me revuelque del dolor y el llanto.

¨Que se haga su voluntad”.

Que sienta derrumbada mi soberbia. Tenía mi propio reino, mi propio trono, era como un cuento de hadas para mí. Cada día recuerdo y lloro un llanto humano pues me arrancó el corazón, pero sé que es para mi bien. Si vuelvo sé que mi corazón estará en Dios, y si no vuelvo toda yo estaré con Dios. Siempre se lo dije: soy tuya y ahora le cumplo. Vivir con Cristo es lo mejor y de nada sirve salvar el cuerpo si pierdo el alma. Sí, el maligno piensa que me derribará, estaré esperando siempre. Esta guerra la gana Cristo.

Ésta guerrillera muere en la lucha con las armas en la mano.

Esta vida es divertida, nos preocupamos por tonterías que en su momento no las vemos así, vamos corriendo de suceso en suceso, de actividad en actividad, queremos alcanzar tantas cosas, proyectos, metas pequeñas y grandes sueños; pero eso es bueno, nos hace vivir plenamente. Pero cuando la vida pende de un hilo, viene la enfermedad y el dolor, lo único que queremos es vivir. Vivamos plenamente cada día como si fuera el primero, el último y el único; vivamos centrados en Dios que es el amor extremo.

Amemos al máximo y habremos vivido bien.

Espero que continúen trabajando y caminando en la Iglesia, aprovechen cada día al máximo dando la mejor de cada uno, no importa los problemas, sigamos adelante. El maligno nos quiere derrotar por donde más nos duele o molesta. Pero con Dios somos invencibles. Sigamos orando y confiemos en Dios.

Emilia Sáenz Norori
Exalumna Calasanz de Managua