VIDA DE ORACIÓN

miércoles, febrero 27, 2008

VIA CRUCIS

Hola les envío el ‘Via crucis’ que en el Colegio Calasanz de León el viernes de dolores lo rezamos llevando la Cruz con los alumnos. Es muy bonito tal vez lo vean largo pero vale la pena la reflexión de cada estación.

Pueden utilizarlo en retiro.

Enriqueta López Müller

AL EMPEZAR EL VIA CRUCIS

Guía:
Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
AMEN.

Guía:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado, porque he merecido el infierno y he perdido el Cielo; y sobre todo, porque te ofendí a Ti, que eres tan bueno y que tanto me amas, y a quien yo quiero amar sobre todos las cosas.

Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.

Confío me perdonarás por tu infinita misericordia.

AMEN.

Guía:
Hermanos:

Estamos aquí reunidos para recordar los grandes sufrimientos que Cristo soportó para salvarnos. Un día Cristo dijo: «No existe amor más grande que dar la vida por los amigos» (Jn 15,13). Sufriendo y muriendo en la Cruz, Jesús nos dio la prueba más grande de su amor.

Recorriendo estas estaciones del VIA CRUCIS, iremos meditando sobre nuestros pecados, que fueron la causa de la muerte de Cristo, y al mismo tiempo nos preguntaremos:

- ¿Qué hacemos para que la Sangre de Cristo no sea desperdiciada?
- ¿Cuánta gente hay todavía que no conoce a Cristo y no lo ama?
- ¿Qué puedo hacer yo para que se acerquen más a Jesús, que sufrió tanto para salvarnos?

1. Primera estación:
JESUS ES CONDENADO A MUERTE

V.- Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Primera cruz: aceptar la condena

Escucha a Jesús que te dice:
A mí me juzgaron y condenaron. Me condenaron los jefes del estado y de la Iglesia junto a la gente que había escuchado mi mensaje; mis amigos –los apóstoles- se dispersaron. Hasta hace poco me agradecían, se entusiasmaban con los milagros, deseaban tocarme y me prometían la lealtad de la amistad.

Ahora se apartan de mí y le exigen a Pilato que me crucifique. Pilato, extranjero en mi tierra, me quiere salvar, pero mis compatriotas lo fuerzan para que me condene.

La gente a tu alrededor, incluso tus mejores amigos te enjuician y condenan. Esto no significa que seas siempre realmente culpable. Debes saber que nunca puedes confiar plenamente en las personas. Solamente en Dios está la certeza y el sostén inquebrantable. Esta cruz te libera de las personas en las cales te apoyas y te insta a que te apoyes en mí. Cuando las personas te enjuician debes venir a mi lado, porque también a mí me enjuiciaron y condenaron. No te resistas cuando te enjuicien. La condena o puede destruirte. No te deja solo, sino que te conduce hacia mí y te lleva a la gloria.

Esto es una cruz para ti y para mi. ¡No temas

La condena es tu puerta hacia mí. En la condena injusta me encontrarás a mí y entonces ya nadie más podrá condenarte.

Padre nuestro que estás en el cielo....
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor seguirte quiero
Y si contigo muero, dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

2. Segunda Estación:
JESUS CARGA CON LA CRUZ

V.- Te adoramos Cristo y te bendecimos
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Segunda cruz: Aceptar lo cotidiano

Podría haberme defendido o haber exigido que me defiendan. Podría haber dicho: Soy inocente, ¿por qué tendría que padecer? Sin embargo acepté la cruz sin protestas.

La cruz es cada segundo de la vida. La puedes aceptar o rechazar Puedes huir de ella o ir a su encuentro. Yo la acepté. Ahora sabes dónde puedes encontrarme. Tú fuerza no está en la huida. ¡Cada segundo exige la decisión de dejar lo tuyo para seguirme.

Esta es la segunda cruz. Pocos la reconocen. Las personas buscan cruces extraordinarias, pero la cruz está aquí –en la aceptación de lo cotidiano. Por la cruz que aceptas, recibes grandes gracias y tu fe crece como un arroyo en crecida.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor seguirte quiero.
Y si contigo muero, dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

3. Tercera estación:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ BAJO LA CRUZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Tercera cruz: Tener valor en la caída

Es difícil caer. Todos desean quedar en pie y ganar. Yo soy Dios, y no obstante soy débil y caigo bajo la cruz. Todos miraban los milagros que realicé y los admiraban, pero ahora me ven caer, me ven con desprecio y derrotado.

Ten valor de caer y no escondas tu caída sino reconócela. ¡En la tierra no puedes ser diferente. Aquí estás para morir, porque «quien pierda su vida, la encontrará»

¿Por qué temes a tus caídas?
¿Por qué temes mirar a las personas a los ojos cuando estás derrotado, cuando los demás son más sensatos que tú?
¿Por qué tienes miedo cuando te abaten los pecados?.

Luchas para parecer bueno a pesar de todo. Mira cuando caes, vienes a mí. ¡No temas. La caída no es el fin.

¿Por qué ves tan trágicamente las caídas?
¿De qué te avergüenzas?.

La caída te acerca mí para que te pueda levantar.

Cuando comprendes que yo también caí, vas a ver en tu caída mi rostro y untos vamos a ser vencedores de las caídas y pecados. Lo importante es que no te quedes sólo en la caída, sino que vengas a mí.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos, Señor seguirte quiero
y si contigo muero, dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

4. Cuarta estación:
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Cuarta cruz: Entristecer a aquellos que amas.

Es imposible no entristecer a los que amas. Podrías evitar el encuentro con tu mamá.

¿Puedes pensar qué significa ver a la persona amada a la cual decepcionaste?.

Todas las personas me despreciaron y rechazaron como a un hereje o rufián.

Mi madre sabía todo esto. Vio mi angustia y el dolor de mi alma y me miró profundamente a los ojos. Esto es la cruz –mirar a los ojos al ser más querido cuando todos se burlan de ti.

Es imposible no decepcionar a las personas que te quieren. No puedes protegerlas de esto. No rechaces esta cruz. Cuando reconozcas que entristeciste a tus amigos y a aquellos que te quieren, entonces me encontrarás a mí.

Te duele cuando ves cómo tu caída les produce dolor. Ante mi caída, mi madre comprendió, quién soy. Cuando en ella murió el último deseo de que yo fuera exitoso, su fe brilló con completo resplandor.

Entonces, cuando todo lo bueno en ti haya muerto, encontrarás un amigo, pues te veré sólo a ti. Recibe los escándalos inevitables. Acepta el hecho de que puedes decepcionar. En esto me encontrarás a mí y a m madre.

Padre nuestro que estás en el cielo....
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

5.- Quinta estación:
SIMON CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Quinta cruz: Permite que los demás te ayuden.

Todos me pasaron por alto. Me abandonaron aquellos a los que sané y también mis amigos más cercanos. Cuando estuve sangrante, herido y conmovido por mi encuentro con mi madre, esperando atención, obligaron a un hombre a que me ayudara. Esperaba una ayuda compasiva y amorosa, sin embargo obligaron a Simón a que llevara mi cruz.

Esto es la cruz –cuando no tienes a nadie que se apiade de ti ni que te quiera. Cuando aceptas esto, me encuentras. Entonces no estás más solo.

Además: ten valor de permitir a otros que te ayuden. También yo lo he permitido a pesar de ser todopoderoso. Permite la posibilidad de que otros sean más fuertes para que te defiendan, de que los necesitas y de que aceptas su ayuda.

Esta es la cruz de la que no puedes escapar. Comprende, esta es la puerta hacia mí. No te sorprendas si esta cruz se te resiste «Pues los deseos de la carne están contra el Espíritu y los deseos del Espíritu están contra la carne» (Gál. 5,17).

No olvides, toma tu cruz y sígueme. Nos encontraremos.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero, dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

6.- Sexta estación:
VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Sexta cruz: Recibir sin retribuir.

Me quitaron todo y todos me abandonaron. En el camino a la muerte me quedé sólo y sin nada. Entonces llega Verónica y me ofrece un sudario. ¿Sabes cómo me sentí?. Estaba emocionado y agradecido pero no tuve con qué retribuir. Tenía solamente mi dolor y mi sufrimiento. Esto le di: mi rostro sangriento impreso en el sudario.

Permitir que las personas te hagan un favor, sin que por esto puedas devolvérselo, esto es la cruz. Ten valor y haz lo que yo hice. Permite a las personas ser serviciales a pesar de que no tengas con que corresponderles. Permite quedarles debiendo. No pedes pagar de otra manera que dándote a ti mismo como pago. Aprende a aceptar los regalos sin retribución, sin comerciar. Esto es la puerta hacia mí. Acepta la sensación desagradable de no tener con qué retribuir. Con esto te acercas a mí.

Mi Padre da sin pretender pago. El es como un manantial que, sin paga da agua clara y pura sin que se agote. Cuando eres así eres hijo de mi Padre. ¿Qué es tu sexta cruz? Esto: que a Dios no puedes retribuirle su amor de otra manera que siendo como hijo que goza de la bondad de su Padre y Madre.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero, dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

7.- Séptima estación:
JESÚS CAE BAJO LA CRUZ POR SEGUNDA VEZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Séptima cruz: Caer nuevamente.

Una vez ya caí. Todos esperaban que esta vez resistiera. Sin embargo, ahora caí nuevamente. Sabía que esto entristecería a mi madre, produciría la burla de mis enemigos, sorprendería y decepcionaría desagradablemente a mis amigos. Todos se escandalizaron por mi debilidad. Se preguntaban: ¿Es este verdaderamente Dios? Acepté esta cruz. Mi Padre quiso mostrar que El es en mí más fuerte que cualquier escándalo.

Cuando caes por primera vez tienes todavía la excusa, pero, cuando eres derrotado por segunda vez, cualquiera puede decirte que eres débil. Quieres resistirte a la cruz, excusarte y justificarte. Pero esto te aparta de mí porque no das testimonio de mí sino de ti y de tu fuerza. Debes saber que siempre caerás, pero yo te levantaré. Entonces dirán: mira, alguien lo levantó.

Tu séptima cruz consiste en reconocer que caes. No temas a la caída sino vuélvete a mí. Si reconoces bien esta cruz me encontrarás en ella. Esto es derrota corporal pero el triunfo del espíritu.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

8.- Octava estación:
JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALEN

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Octava cruz: Consolar a aquellos que te consuelan.

Las mujeres me escucharon, se encariñaron conmigo y confiaron en mí. Bendije a sus hijos. Me miraban con el corazón y no pudieron entender que yo estuviera condenado. Lloraron. Sintieron que, con esto, fue condenada la vida. La tristeza se apoderó de ellas y entonces las consolé.

La cruz significa aceptar el sufrimiento, asumirlo y ver en él la liberación. Ningún dolor es trágico. La tragedia es la ceguera y la dureza del corazón, es la incapacidad de ver en la muerte también la resurrección, en la enfermedad la curación, en la partida la llegada. La tragedia es la compasión de sí mismo.

Vences cuando comienzas a consolar a los demás a pesar de que tú mismo necesitas ser consolado. Entonces llega todo el consuelo pata ti desde Dios. Ten valor para no apoyarte en el consuelo humano sino para buscar la fuerza divina. Esto vence al mundo. Si bien es el camino de la cruz, es sin embargo el camino a la vida. No te permitas la caída por compasión a ti mismo. Cuando estés herido y consueles en el dolor a los demás, entonces me encontrarás a mí. Abre también esta puerta, pues detrás de ella te estoy esperando yo para que te apoyes en mí.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

9.- Novena estación:
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ BAJO LA CRUZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador

Novena cruz: La derrota absoluta

Caí también por tercera vez. Todos pensaron que sería esta mi derrota final. Cuando ya estaban convencidos de que no podría seguir, me levanté, tomé la cruz y la llevé hacia el Gólgota. También lo imposible puede resultar posible.

Llegará el momento en que todos dirán que ya no eres capaz, que ya es tu fin. Incluso tú mismo pensarás que no puedes más. Vendrá el tiempo de tu impotencia absoluta. El reconocer que no puedes más será el momento de tu absoluta derrota. ¿Te desesperarás entonces? No temas. También esto es la puerta para encontrarme nuevamente. Me encuentras cuando no puedes contar más contigo. Entonces me llamarás con todo tu corazón y yo te responderé.

Esta cruz consiste en el hecho de perder todo, de estar absolutamente abandonado, en morir, en el hecho de que nadie más te considera o toma en cuenta porque perdió la última esperanza de que todavía resulte algo de ti. Esta cruz te conduce con más fuerza hacia mí y te capacita para que pueda mandarte donde sea. ¿Aceptarás esta cruz? No temas porque yo estoy contigo. Yo, que vencí al mundo.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

10.- Décima estación:
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Décima cruz: Permitir que te dejen al descubierto.

Permití el estar desnudo, el que me quitaran también lo más íntimo. Permití que en mí se desarrollara hasta el final la maldad del infierno. Permití que deshonraran mi pudor y la intimidad de mi cuerpo.

Siempre deseas mantener para ti al menos una partecita de tu intimidad donde puedes estar solo, aquello que no deseas que nadie alcance, algo que es todo tuyo, algo de lo que incluso, te avergüenzas de tener, algo que los demás no pueden ver, ya que te deshonraría. Deseas cuidar y esconder esto. Piensas que tienes derecho a ellos. Justamente aquí tienes miedo al pecado. De todas formas deseas resguardar tu intimidad. Por ella luchas, pero llega el momento en que ya no puedes conservarla.

También por esta cruz debes pasar. Son circunstancias en las cuales debes renunciar a todo, de tal manera que ya no tengas nada tuyo. Todos te quitan. Ofrece todo a Dios. La única intimidad inalcanzable seremos mi Padre y yo. La cruz no es solamente el desnudamiento del cuerpo. Más doloroso es aún cuando te desnudan el alma. Ya los pecados te desnudaron hace tiempo.

Toma esta cruz y ya nadie podrá desnudarte. Permite al Padre que te dé vestimenta nueva. Entrégale tu intimidad y te cubrirá con la absoluta inocencia. Es en vano que te esfuerces para poder mantener solo la inocencia. Reconoce hoy que eres débil en este terreno.

Esto es la décima cruz –la de la vergüenza, la cruz del deseo de permanecer inocente, la cruz del miedo a que alguien sepa de tus caídas. Toma esta cruz y me encontrarás pronto. Aquí te espero. No tendrás más miedo. Solo acepta que eres débil, que no eres distinto de lo que eres: un hombre con intimidad deshonrada. Aquí nos encontraremos y nadie podrá deshonrarte.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

11.- Décimo primera estación:
JESÚS ES CRUCIFICADO

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Décimo primera cruz: Ser clavado en la propia cruz.

Mientras lleves la cruz tienes aún la oportunidad de dejarla. Pero cuando te clavan en ella ya no puedes separarte más. Ahora sabes: la cruz es tu destino hacia la muerte. Esto es difícil. Hubieras querido liberarte de las cruces pero estás clavado en ellas. Esto es el lugar donde se muere. Las personas te clavarán en ellas. ¿Temerás o confiarás en mí? Hay algunas cruces que hay que cargar hasta el final. En vano te esfuerzas para liberarte de ellas. De ti depende abandonar esta lucha inútil y venir hacia mí. Entonces morirás y comenzarás a vivir. ¡No temas. Solamente esto deseo: que no te engañes a ti mismo y que no esperes otra cosa. Las cruces permanecen hasta el final y cuanto antes mueras, tanto antes resucitarás. Cuanto antes dejes de resistirte, tanto antes me encontrarás. Recuerda esta cruz. Este es nuestro décimoprimer encuentro. Yo me alegro de él.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

12.- Décimo segunda estación:
JESÚS MUERE EN LA CRUZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Decimosegunda cruz: Morir en la cruz

La muerte. Parto de este mundo, pero para vivir, no para desaparecer. Mi muerte es el cumplimiento de la voluntad de mi Padre; por eso dije: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Cumplí con el plan de mi Padre.

Tú piensas que la muerte es el fin y por eso temes. Te resistes y es por eso penoso hasta tanto aceptas esta cruz. Pero cuando aceptas la muerte, la vences y me encuentras. Mientras te resistas a la muerte y me pidas que te salve, estoy lejos. Comprende que en la muerte me encontrarás. La muerte más bien destruye todo lo pecaminoso y mortal que había en ti, pero yo destruyo la muerte. La muerte te libera de las cruces, ero yo te libero de la muerte. Mira hoy la muerte a los ojos, toma esta cruz como regalo del Padre. Mientras te opongas a la muerte no me encontrarás. La decimosegunda cruz es como una fiesta, punto culminante, consumación de todo. Esto es, en realidad, el comienzo de la vida.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

13.- Décimo tercera estación:
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Decimotercera cruz: No gozar de los frutos del trabajo propio

Recién cuando he muerto vinieron los amigos.

Tú eres semilla para el futuro; sin embargo quisieras ver al instante loa frutos de tus manos. Mis discípulos a menudo mueren en la desesperanza y la vergüenza, mas otros recogen los frutos sobre sus tumbas. Otros recogen la alegría y a vida. A ti te elegí para que siembres en un mundo nuevo.

Esto es tu cruz. Te doy esperanza ya que difícilmente verás tu logro en la vida. Recién después de la muerte te elogiarán. Recién entonces te bajarán de la cruz. Tu eternidad será sin la cruz porque has tenido el valor de permanecer en ella durante esta vida. Trabajar y no gozar de los frutos, en eso consiste la decimotercera cruz. Sembrar, para que otros puedan cosechar, exige valor. Mas yo vengo a tu encuentro.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

14.- Décimo cuarta estación:
JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO.

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Decimocuarta cruz: Quedarse sin la esperanza humana.

Mis amigos pensaron que me habían demostrado el mayor honor colocando mi cuerpo en el sepulcro. Se ocuparon del cuerpo. Esto fue todo lo que pudieron hacer. Olvidaron que esto sería solamente por tres días. A mí la muerte no me supera. Recuerda que el pensar en la muerte te inquieta. Cuando te cubren con tierra no estás más. ¿Qué más puedes hacer entonces, cuando tras de ti no queda ningún rastro? Cuando sabes que nadie vendrá a tu tumba, cuando mueres siendo desconocido y pobre, cuando detrás de ti ya no queda nada, entonces me debes encontrar.

Esto es la cruz. Perder también el último deseo de significar algo y de dejar algo. Esto es justamente aquello que perturba: el no ser luz. Aquí me puedes encontrar. ¿Pero, cómo, si temes yacer en la tumba del egoísmo y ser sepultado?. ¿Cómo nos encontraríamos si vienes a mí sin haber derribado los puentes detrás de ti? Sin embargo, es justamente esta la condición para que yo pueda transformar tu vida.

Esta es la decimocuarta cruz sobre la que se sostiene la resurrección. ¡Cuánto me alegra la tumba de tu soberbia. Tú todavía no quieres ir a la tumba, todavía te opones a la muerte, por eso estás muerto. Si quisieras yacer en la tumba de tu soberbia y morir a ti mismo, entonces resucitarías a la vida nueva.

Solamente el hombre muerto puede resucitar de entre los muertos. ¡La muerte aún no te quitó tu última resistencia. ¡No temas. Me refiero al puente entre tú y yo. La muerte del pecado es la alegría y tu abrazo conmigo. Esta es la más majestuosa explosión de amor. Yo recorrí este camino y te estoy esperando. ¿Acaso no comprendes que no me fui de la tierra? Antes era invitado en la tierra, recién ahora soy dueño. También tú serás esto.

Entrega a la muerte lo que de todas maneras le pertenece. No mires más la tumba como si fuera la desesperanza y el fin sino como el nacimiento y el comienzo. ¡Qué muera tu soberbia. Ya se vislumbra el amanecer de la resurrección.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

15.- Décimo quinta estación:
JESÚS RESUCITÓ

V.- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
R.- Que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mi pecador.

Jesús resucita a los que en el mundo han sido reprimidos.

JESÚS HA RESUCITADO y su resurrección ha traído vida a los que estábamos muertos, a causa del pecado y a causa de los pecados de los demás. En Jesús, en su muerte y en su resurrección nos ha enseñado a vivir una vida digna de todo ser humano, entregado por la causa de los otros, Él muere para que otros tengan vida. Que su VIDA nos bañe a todos y vivamos resucitados al AMOR.

SILENCIO meditativo.

ORACIÓN:
Jesús, GRACIAS por tu RESURRECCIÓN. Ahora ya sé que puedo vivir una vida llena de tu VIDA. No habrá ya muertes a mi alrededor porque me has ganado la capacidad de amar, de entregarme por la causa de los otros. Ya no habrá necesidad de más llanto porque tú has borrado el dolor del mundo. AMÉN.

Padre nuestro que estás en el cielo...
Dios te salve María, llena eres de gracia...
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Por tus sangrientos pasos,
Señor, seguirte quiero
y si contigo muero,
dichoso moriré.

Piedad, Señor te pido.
Pequé mi Dios, pequé.

Ciclo A (2008) - Tiempo de Cuaresma - 4 domingo
CATEQUESIS

1. Lectura: Samuel 16, 1b.6-7.10-13ª
2. Lectura: Efesios 5, 8-14
3. Lectura: Juan 9, 1-41

“MISIONERO DE TU BARRIO”, EN LA CUARESMA
Haz unas cinco copias de esta CATEQUESIS.
Ofrécelas a MAYORES IMPPEDIDOS y VECINOS.
PODÉS LEERLA y hasta EXPLICARLA algo para AYUDARLOS.
“DIOS TE BENDIGA A TI Y A TU CASA.”
¡MISIONERO¡

Dijo, entonces el ciego:
"CREO, SEÑOR. Y SE POSTRÓ ANTE ÉL"

Hoy 4 domingo de Cuaresma, entramos en la segunda ETAPA del camino cuaresmal, marcada con el SIGNO de LA LUZ, la que obtuvo el ciego de nacimiento. Con este domingo, el pasado y el que viene se cierra la gran CATEQUESIS o enseñanza que la Iglesia da a sus hijos y en particular a los Catecúmenos de todo el mundo, que serán unos miles, que con esta última preparación cuaresmal se acercarán a la misma Iglesia, pidiéndola el Bautismo, la Confirmación Y LA PARTICIPACIÓN PLENA EN LA EUCARISTÍA, y se participa de manera plena en la Eucaristía en la que participamos, CUANDO COMULGAMOS, como cuando voy a la fiesta de una boda, participo plenamente en la fiesta, cuando me han invitado también al banquete. Y en la celebración de la Eucaristía, cuando recibo la comunión. Estos son los tres sacramentos de la iniciación cristiana, para SER CRISTIANO EN PLENITUD.

Estos Catecúmenos recibirán estos sacramentos en la Vigilia Pascual en todo el mundo. Los que ya somos cristianos, renovaremos y actualizaremos nuestras promesas bautismales

Os recuerdo que esta gran catequesis del Camino Catecumenal y Cuaresmal tiene tres etapas:

1.
Etapa, la del AGUA. LA CONVERSIÓN,
como lo hizo la Samaritana, de la que nos hablaron y catequizaron el domingo pasado.

2.
Etapa, la de la LUZ. LA PROGRESIÓN EN EL CAMINO DE LA FE EN JESUCRISTO, HIJO de DIOS y SALVADOR-MESÍAS,
como hizo el ciego de nacimiento y que hoy analizaremos.

3.
Etapa, la de la VIDA. LA NUEVA VIDA o RESURRECCÓN,
que alcanzaremos, como META y que ya nos la anuncia la Resurrección de Lázaro, amigo de Jesús, quien la realizó y de la que se nos hablará el próximo domingo, 5 y último de la Cuaresma.

Nos están invitando en estas catequesis cuaresmales a que no nos quedemos en lo material y lo sensible, lo que se ve y que se oye de los relatos que se nos narran. Hay que ir más allá, sabiendo interpretar el lenguaje simbólico, que subyace en estos relatos.

La Samaritana acabó comprendiendo que el AGUA que la ofrecía Jesús no era esa agua del pozo, que a lo más quitaría la sed de la fatiga y del cuerpo y podría lavar, quitar algunas manchas de las túnicas o vestidos que llevaban. El AGUA de Jesús te limpiaba radicalmente por dentro y te daba una Nueva Vida, porque te quitaba la sed de infinito, de transcendencia, la sed de Dios. La conversión de la Samaritana fue total: cinco maridos, que no lo fueron, había tenido y con el que vivía tampoco era... lo reconoció: Todo lo dejó y con la Palabra viva de su ejemplo, arrastró hacia Jesús a todo el pueblo de samaritanos, donde tenía mala fama y a pesar de ello, la creyeron, aunque más creyeron después a Jesús, cuando lo conocieron. La decían: "Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el SALVADOR del mundo".

Tú, mi buen hermano, ¿estás haciendo ya, en esta Cuaresma, una revisión de tu vida para dejar esas cosas que te atan, y no te dejan ver la verdad profunda y el valor auténtico de tu vida, al descubrir la grandeza de Dios que hay en ti? ¿Estás atrayendo a Jesús con tu conversión, a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros y vecinos, como la Samaritana? ¿Te estás convirtiendo o tienes miedo del cambio de vida? Claro, aun sería peor, si todo esto te diera lo mismo. Por ti rezamos de verdad, porque te queremos, aunque no te conozcamos, pero Dios sí te conoce y oye nuestras súplicas.

La CATEQUESIS del episodio del ciego de nacimiento, que hoy hemos proclamado, es fundamentalmente un desarrollo teológico de las etapas de este conocimiento de Jesús, que conlleva y acaba en un progreso en la FE, más que una narración histórica del hecho.

El ciego de nacimiento nos representa a cada uno de nosotros en nuestro caminar en la FE. En él se ve un avance progresivo en el conocimiento de Jesús y paralelamente en la FE en Jesús, quien lo curó. Descubre ya en su propia curación, que Jesús es el que vuelve todas las cosas a su sitio, a su estado natural, a su equilibrio: "de NO VER, A VER, de NO SER, A SER".

Analicemos ahora y aprendamos las sucesivas ETAPAS en el CONOCIMIENTO y EN LA FE en JESÚS:

1.
Constatamos que el ciego tiene al principio unas motivaciones insuficientes en su relación con Jesús, porque ni si quiera sabe quién es y dónde vive. "LE PREGUNTARON LOS FARISEOS: ¿DÓNDE ESTÁ ÉL? Y CONTESTÓ: NO LO SÉ.

2.
Este ciego se puso de parte de Jesús, porque le curó; algo parecido a lo que les ocurre a muchos que se ponen de parte de la Iglesia por sus acciones sociales, caritativas o culturales. La relación es bien pobre, porque está motivada y fundada en intereses simplemente humanos, pero no de FE, de confianza en la persona de Jesucristo.

3.
Su FE y CONOCIMIENTO INICIAL, incipiente de Jesús ha progresado y choca con el conocimiento libresco, teológico y moral de la Sinagoga, escribas y fariseos, que se preocupan muy poco de la persona de Jesús y así no consiguen explicar una cosa tan evidente como la curación de este ciego. Al ciego, en cambio le bastan tres palabras para explicar el hecho. "Le dijo Jesús: Ve a lavarte a la piscina de Siloé: FUE, SE LAVÓ y VOLVIÓ CON VISTA: Fui, me lavé y recobré la vista", repite por tres veces a los fariseos, que le llevó a preguntarles con ironía por el interés exagerado que mostraban: "Os lo he dicho ya –tres veces- y no me habéis hecho caso ¿para qué queréis oírlo otra vez?; ¿También vosotros queréis haceros discípulos suyos?.

Los fariseos con su dogmatismo, orgullo y cerrazón, caen hasta en el ridículo. Preguntaron a sus padres: ¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego?¿cómo es que ahora ve? Los padres contestaron: "Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros" y por miedo a que los echasen de la comunidad de la Sinagoga, añadieron: "Preguntárselo a él, que ya es mayor".

Ante la evidencia, los fariseos le injurian y le condenan al pobre ciego: "Ellos, insultándole, le dijeron: Sé tú discípulo suyo. Nosotros somos discípulos de Moisés... Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ese no sabemos de donde viene. Eres todo pecado desde que naciste ¿y pretendes enseñarnos? Y le echaron fuera, le condenaron con la excomunión de la Sinagoga.

4.
Al quedar libre de estas amarras de la Sinagoga, de tradiciones rutinarias, obsoletas y sin contenido, el ciego profundiza entonces en el conocimiento del que le había curado: Jesucristo, quién es. Encuentra y descubre la persona de Jesús y ya no solo a aquel que le había curado:"Oyó Jesús que le habían echado fuera de la Sinagoga por su causa y saliendo a su encuentro, le dijo: ¿Crees en el Hijo del Hombre? Respondió y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? Díjole Jesús: lo estás viendo, es el que está hablando contigo"

El ciego empieza a vivir su conversión y su FE en el Padre, llega a la Religión de la persona, no a la del interés por su curación. Llega a la comunión con Dios por encima de los libros de los teólogos fariseos. Dijo, entonces el ciego: "CREO, SEÑOR. Y SE POSTRÓ ANTE ÉL"

Que esta Eucaristía que nos disponemos a celebrar, nos ayude a encontrar la persona de JESÚS, como el ciego y a no contentarnos con pertenecer a la Iglesia de un modo sociológico y de rutina tradicional, como les ocurría a los padres del ciego, que no querían comprometerse, al responder a los fariseos, por miedo a ser expulsados ellos también de la Sinagoga.

El ciego, en cambio, se comprometió y por ello le expulsaron de la Sinagoga y de su mundo, pero se encontró con Dios.

Ojalá nosotros en esta Cuaresma, al ser rechazados por el mundo, porque no somos los del botellón, ni los de las orgías, por nuestro comportamiento digno, humano, señor y cristiano, nos encontremos ahora con el DIOS VIVO, LUZ del MUNDO y AGUA VIVA sobre este altar, en que se va a realizar una vez más la actualización: la muerte por amor, de Jesús, para la REMISIÓN de los PECADOS y la RESURRECCIÓN de JESÚS, que anuncia nuestra propia RESURRECCIÓN. Si él RESUCITÓ, como hombre, nosotros también, como hombres que somos, resucitaremos con él.

Amén
Edu, escolapio

Ciclo A - 2008 - Tiempo de Cuaresma 3 domingo
Eduardo Abad, Escolapio
CATEQUESIS

1. Lectura Éxodo 17, 3-7
2. Lectura Romanos 5, 1-2.5-8
3. Lectura Juan 4, 5-42

“MISIONERO DE TU BARRIO”, EN LA CUARESMA.

Haz unas cinco copias de esta CATEQUESIS.
Ofrécelas a MAYORES IMPEDIDOS y VECINOS.
PODÉS LEERLA Y hasta EXPLICARLA algo para AYUDARLOS.
“DIOS TE BENDIGA A TI Y A TU CASA.”

Nos encontramos ya en mitad de este tiempo de Cuaresma, en su tercer domingo, de los cinco de que consta. En los dos primeros domingos se nos ha enseñado y explicado el PRINCIPIO y el FIN de la Vida cristiana. La SALIDA y la META. En el primer domingo se nos dijo que la vida humana es LUCHA y TRABAJO duro para lograr el EQUILIBRIO de nuestras aptitudes naturales, que son los instintos, tendencias y pasiones, que no son malas en sí, sino que son ciegas y somos nosotros quienes debemos guiarlas conducirlas y gobernarlas. Y se nos dieron para este trabajo los medios de: limosna, oración y ayuno en su dimensión y significado trascendente y no infantil, para vencer como Jesucristo, las tres grandes tentaciones o deseos violentos, que son:

1.- La AVARICIA y EGOISMO –todo para mi solo- que se equilibra con la LIMOSNA, compartiendo LO QUE TENGO y LO QUE SOY, que es la mejor limosna.
2.- La SOBERBIA y ORGULLO, que se modera y se vence con la ORACIÓN, al reconocer, cuando rezo, que el Señor y Dios es único y que "nunca es el hombre más grande que cuando está de rodillas.
3.- LA LUJURIA o IMPUREZA, la Ebriedad o Alcoholismo y la Glotonería, que se curan con el AYUNO y ABSTINENCIA, es decir, me abstengo de todo aquello que me esclaviza y no me deja ser Dueño y Señor de mí mismo.

Naturalmente que este trabajo cristiano, si se toma en serio y con responsabilidad, asusta y le hace a uno temer por ser duro y a veces muy difícil para practicarlo toda la Cuaresma. Por eso, la Iglesia para darnos ánimos e impulsos, nos presentó inmediatamente en el 2. Domingo de Cuaresma, el FIN o META de la Vida cristiana por anticipado, haciéndonos contemplar a Jesucristo, transfigurado en el Monte Tabor, con Pedro, Santiago y Juan, como testigos de excepción de lo maravilloso, de la GLORIA y GOZO inmensos, que nos hacen hasta olvidarnos de nosotros mismos y de las cosas de este mundo.

Los apóstoles al hacer esta experiencia de la Vida Gloriosa, quisieron quedarse allí para siempre, pero les faltaba aun mucho camino que recorrer en su vida cristiana, como seguidores de Jesucristo y tuvieron que bajar de nuevo del monte Tabor, al trabajo y tarea de la llanura de esta vida terrena.

Hemos visto, pues el Principio, la SALIDA: tentaciones y lucha para lograr ser lo que verdaderamente soy. Y el Final, la META a la que nos dirigimos: la GLORIA.

Ahora, en estos tres domingos que nos restan, se nos presentan estas tres ideas fundamentales, resumidas en tres palabras: AGUA: encuentro de Jesús con la Samaritana. LUZ: encuentro con el ciego de nacimiento. VIDA: Jesús resucita a su amigo Lázaro.

Hoy contemplamos en este 3. Domingo, la primera etapa con el encuentro de Jesús y la Samaritana. El signo de la catequesis estará en el AGUA natural, que solo quita la sed por un momento. Hay que lanzarse por la Fe a lo Transcendente. Pero para ello hay que arreglar lo de acá, hay que CONVERTIRSE, cambiar la visión sobre las cosas, tener otra óptica sobre la vida.

Nos ayudará este tercer domingo a entender algo más la naturaleza de la Gloria, de la Nueva Vida o Resurrección, que Jesucristo nos ha merecido y ganado con su Encarnación: su pasión, muerte y Resurrección y a la que nos encaminamos ¿Cómo es esa Nueva Vida o Resurrección gloriosa, cuál es su naturaleza, cómo se vive? El punto está puesto en la Transcendencia.

En el cuarto domingo se nos enseñará que hay que recorrer el Camino de la FE, como el ciego de nacimiento, que a nosotros nos representa. Nos llenaremos de esperanza y alegría y valentía en dar nuestro testimonio desde el principio del camino de la FE.

Y en el quinto domingo se fortalecerá nuestra FE en ese final de la vida humana, que es la muerte, relatándonos la resurrección o reanimación, mejor, de Lázaro, amigo, hecha por Jesús.

Entraremos así en la gran Semana y Santa y celebraremos con devoción este Gran Misterio: con agradecimiento, el jueves santo; con dolor y esperanza: el viernes santo; con gozo y alegría, el Domingo de Pascua, con la Resurrección de Jesucristo, que nos anuncia nuestra propia resurrección.

Veamos, pues, en lo que debemos trabajar y renovar las ideas que tenemos de nuestra vida cristiana en esta tercera semana. ¿Qué es propiamente la Nueva Vida de Resucitados, que Jesús nos ha ganado con su muerte y su propia Resurrección? ¿en qué consiste y cuál es su naturaleza? ¿en qué terreno se desenvuelve la verdadera vida cristiana? porque hay vidas cristianas que son una mala imitación, son falsas.

Y en este domingo tercero nos lo van a explicar con símbolos, imágenes y situaciones para que no nos quedemos en la materialidad de los relatos, como niños pequeños de la catequesis, sino que vayamos más allá de la materialidad del relato, de lo que se ve y se narra, más allá del agua material de la Samaritana, más allá de la comida que le traían a Jesús, los apóstoles, más allá del culto que se celebraba en Jerusalén, del que habla la Samaritana, más allá e la cosecha que ya amarilleaba en los campos y acercarse los samaritanos en masa para ver a Jesús.

La justicia, la honradez, la templanza, la humildad, la solidaridad son campo común para todo hombre o mujer que se precie de ser persona humana. No es exclusivo del cristiano, porque el no cristiano, el pagano lucha también por estos valores. Este debe ser el clima, el pensamiento, la idea en que nos debemos mover y las actitudes que debemos despertar en nosotros. Hay que tener un corazón sin fronteras.

Pero hoy a los cristianos de verdad, a los que hemos abierto las puertas de nuestra vida a la confianza en el Dios de Jesucristo, se nos impulsa a sobrepasar los límites y fronteras naturales y este mundo material en el que vivimos y somos, para entrar en lo específicamente cristiano. Se trata de una obra de artesanía. Debemos tomar pues, una cierta distancia de la materialidad del relato de la Samaritana para no quedarnos presos de la simple narración poética, polémica y sugerente de la narración.

Observemos en primer lugar las contraposiciones y antítesis del relato para hacernos pensar y lanzarnos a la vez: de lo material, natural y terreno, a lo de más allá, a la Nueva Vida que Dios nos ofrece y ha puesto en lo en lo íntimo de nuestro ser, a ese tesoro escondido, que hay en nosotros, en nuestro corazón y que aun no hemos descubierto.

Vemos a Jesús fatigado y hambriento, que pide pan a sus discípulos y ellos fueron al pueblo a comprarlo. Pero al traérselo, les invita a SOBREPASAR LAS APARIENCIAS DEL HAMBRE y del PAN MATERIAL: "Maestro come", le decían, pero él les respondió: "Tengo un alimento que vosotros no conocéis". Los discípulos estaban anclados en este mundo presente y material. No concebían, ni pensaban en otro alimento que no fuera el pan material, que quita el hambre y que ellos tenían en sus propias manos, por eso: "comentaban entre ellos: ¿le habrá traído alguien de comer? Jesús les dice entonces: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió a llevar a término su obra". La vida de Jesús está más allá que el hambre y el pan material. Nuestra vida también tiene que tender hacia esa otra realidad transcendente, que nos lleva más allá de la realidad de este mundo material. Ni por el hambre debemos dejarnos apresar y renunciar a ese más allá, a pesar de lo difícil que resulta hacer todo esto, realizar este cambio en nuestros pensamientos...

Vemos otro fragmento del relato de la Samaritana, que nos impulsa también hacia delante, hacia lo TRANSCENDENTE, que está más allá de lo aparente. A la Samaritana le pide agua para beber: "Dame de beber", pero a la vez la invita a sobrepasar el gesto humano y generoso de dar a beber esta agua material del pozo: ¡Ah! Si conocieras lo que Dios te quiere dar y quién es el que te pide de beber, tú misma se lo pedirías a él y él te daría Agua Viva". Ella no puede entender este leguaje, como nosotros tampoco, porque estaba y estamos anclados, agarrados y presos de lo material y de la técnica de este mundo: "Señor si no tienes cubo y el pozo es hondo ¿de dónde puedes sacar esa Agua Viva? Jesús continúa: "El que bebe de esta agua vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, porque el agua que yo le daré se hará en él manantial de Agua Viva, que brotará para la vida eterna" Pero ella no acaba de entender entre el agua, que quita la sed del cuerpo... y lo transcendente: Agua Viva, que quita la sed del alma. Ante esta invitación que hoy se nos hace a sobrepasar la materialidad de las cosas, la apariencia de esta vida para ir más allá, hacia lo transcendente, la mujer, que no acababa de entender este lenguaje, insiste en las ventajas materiales que tendría para ella, si Jesús le da esa agua viva, pues ya no necesitaría hacer todos los días el medio kilómetro para venir al pozo a buscar agua. Le dijo entonces la Samaritana: "Señor, dame de esa agua viva para que no sufra más sed". Y el diálogo profundo sobre el Agua Viva, comenzó.

Una observación muy importante es que para ir más allá de las cosas, a lo transcendente, hay que partir de lo que está más acá, de las mismas cosas de la vida. No está bien hacer "angelismo", andar por las nubes, sino que para entender la naturaleza de la Nueva Vida hay que tener los pies en el suelo. Así vemos cómo Jesús no hablará de Agua Viva, sino a una persona dispuesta a darle agua natural del pozo para apagar su sed.

Y no hablará de otro alimento eterno, sino a los apóstoles, a quienes ha enviado a buscar el pan material que calma el hambre y la fatiga.

En otras palabras: la personalidad de Jesús no la captan más que los hombres o mujeres que buscan pan y agua para sus hermanos hambrientos o sedientos. Es inútil discutir del Misterio de Jesús con gentes que no se han comprometido en lo profano y temporal. Nada, pues, de misticismos trasnochados, de piedades o angelismos falsos. Jesús no está por encima y al margen de estas tareas temporales y profanas, como dar de beber, dar de comer, sino que está dentro y... más allá.

¿Estás tú dispuesto a responder con sinceridad y CONVERTIRTE como la Samaritana para adentrarte como ella en tu interior y ver el desorden de tu vida? Es muy comprometido, pero es muy liberador. Para beber de esta agua pura y viva hay que tener un corazón dispuesto a todo, a la CONVERSIÓN, a cambiar muchas cosas que están incrustadas en nuestra vida y ya las vemos normales, como tragarnos toda esa televisión basura; lo vemos ya normal. Ella echó de su corazón a los cinco maridos que había tenido, que no fueron tales y apartó de su vida al hombre, que convivía con ella, siendo tan solo compañero sentimental, que está ahora de moda, porque había encontrado un hombre excepcional, que le había llenado de luz, de pureza y de valor, su vida, y su existencia.

Tú ¿qué echarás de tu corazón? Claro, primero hay que aceptar esta invitación comprometida, de ir más allá de las cosas, de las apariencias, de nuestros intereses sórdidos, vamos, de nuestros pecados o vida desarreglada en pocas o muchas cosas, graves o no tan graves. Esta agua, que hace referencia al agua viva del sacramento del bautismo, revela a cada hombre lo que es en sí mismo y cómo se encuentra. Le descubre el misterio y tragedia de su personalidad. No nos basta con ser justos, generosos, honrados, humildes y templados, que a esto tienden todos los hombres del mundo, sean de la raza que sean. Hay que ser CRISTIANOS.

Que en esta semana y en esta Eucaristía y en toda la vida, nos comprometamos con lo profano: dar pan al hambriento, dar agua al sediento, que es a la vez el lenguaje real y a la vez simbólico, para que así nos podamos encontrar sin miedos, ni recelos con Jesús, como la Samaritana: dentro de nosotros... y más allá. A lo mejor se queda dos días contigo, como se quedó dos días con los samaritanos y eso que no le conocían. ¿Tú le conoces?...

Amén AMÉN

Edu, escolapio

Ciclo A (2008) Tiempo de Cuaresma 2 Domingo

CATEQUESIS

1.- lectura Génesis 2, 1-4ª
2.- lectura 2 Timoteo 1, 8b-10
3.- lectura Mateo 17, 1-9

“MISIONERO DE TU BARRIO”, EN LA CUARESMA
Haz unas cinco copias de esta CATEQUESIS.
Ofrécelas a MAYORES IMPPEDIDOS y VECINOS.
PODÉS LEERLA y hasta EXPLICARLA algo para AYDARLOS.
¨DIOS TE BENDIGA A TI Y A TU CASA.”

En el primer domingo de Cuaresma se nos presentaba la SALIDA de esta carrera de Cuaresma, donde aparecía todo lo HUMANO y las dificultades de la vida del mismo ser humano por las pruebas, los problemas y las tentaciones, por las que Jesucristo pasó como todo hombre, que hombre era. Se nos exigía la FE en la VICTORA: llegaremos a vencer; no lo dudes.

En este segundo domingo se nos presenta la LLEGADA, la META para animarnos y fortalecer nuestra FE y se nos manifiesta para ello, por un momento, la GLORIA de lo divino, que esperamos.

Para ello se nos ha presentado el episodio portentoso de la TRANSFIGURACIÓN, pudiendo contemplar por breve tiempo, todo el esplendor, la gloria y la divinidad de Jesucristo en el Monte Tabor, Pedro, Santiago y Juan.

* Los cristianos del mundo entero y nosotros con ellos, hemos abierto este periodo de 40 días o Cuaresma, con una entrada o pórtico: el Miércoles de Ceniza, en el que suenan las notas y cantos de esperanza y de alegría, más que en los Juegos Olímpicos, en que solo a los tres primeros de cada especialidad, les imponen una medalla y tocan solemnemente el himno de su país y suben ante todos los miles de espectadores, a un podium. Pero del podium se bajan a los pocos minutos de haber subido y la música dura poco, se la lleva el viento y la medalla y la plata, a la medalla se acaba arrinconándola en cualquier armario o cajón de la casa y la plata desaparece en poquísimo tiempo.

* En cambio, nosotros conseguiremos todos, un triunfo, aunque lleguemos los últimos, en esta carrera de la Cuaresma. No consiste en llegar el primero, sino en llegar. Fácil nos lo pone el Señor, porque mucho nos quiere. Solo nos tenemos que poner en marcha, con las cosas necesarias al "caminante".

San Pablo así lo dirá a los cristianos de Corinto y hoy nos lo dice a nosotros: "Queridos hermanos ¿no sabéis que los que corren en el estadio de carreras, todos corren, pero uno solo alcanza el premio? Corred pues, de modo que lo alcancéis. Y quien se prepara para esa lucha por la carrera, de todo se abstiene y eso, total, para ganar una corona de laurel que se marchita, mas nosotros para alcanzar una corona incorruptible".

Se nos ha presentado desde el Miércoles de Ceniza, el Programa valiente de LIMOSNA, ORACIÓN y AYUNO, para llegar triunfadores a la META y recibir ese premio incorruptible, en el que creemos y esperamos: la RESURRECCIÓN o Nueva Vida. Para lo cual se nos enseña en este programa de Cuaresma cómo vivir la vida humana en este mundo para llegar a esa Nueva Vida, que me diviniza y es eterna. Esta creencia es fundamental, porque si no hay RESURRECCIÓN, si todo acaba con la muerte, la vida no tiene sentido y no vale la pena vivir. Nos han engañado y nos hemos engañado, dice más o menos San Pablo en esta carta.

Por eso hoy, que la fe en el más allá, en una Nueva Vida después de la muerte, se ha debilitado y se ha desdibujado en todas las instituciones, incluso religiosas, el cristianismo incluido, por ello, al no encontrar sentido ni a la vida humana y menos a la muerte, hay cada vez más suicidios. –34.000 en el Japón en el 2003- aunque la prensa, los medios de comunicación en general los ocultan, hablan poco de ello para no asustar y para no incitar y provocar a más suicidios por lo que llaman "efecto dominó". De ahí, que para mantener el tipo, para mantenerse en la carrera de la vida, cada vez se agarre más gente a las sectas, a los adivinos y videntes, a la brujería, al tarot, de echar las cartas, a ese mundo oscuro del esoterismo, que mantiene una pobre esperanza, pero son útiles para seguir viviendo con un poco de esperanza, en un mundo desesperanzado en lo trascendente. Es un engaño consentido. La religión se convierte en una especie de placebo para tranquilizar un poco, apaciguar las angustias de la vida de cada día, aunque sepan muchos que son engañados, pero no por eso deja de ser un consuelo. Se cae entonces en el empleo de fetiches, de amuletos, de sesiones de brujería de toda clase; para esos servidores de esa baja religión les resulta un verdadero y gran negocio, vivir de la angustia y del miedo de la gente.

Naturalmente que este trabajo de la LIMOSNA, la ORACIÓN y el AYUNO, entendidos en su significado profundo y no en la superficialidad, cuesta y mucho, sobre todo al principio, porque no vemos los frutos de un modo inmediato. Como Abraham hay que obedecer a Dios, cuando nos dice, como a él: "sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que yo te mostraré". Hay que dejar atrás todo lo que está dañado, falseado y corrompido: familia, pueblo, cultura y seguridades extrañas, para obtener todo en ESPERANZA: "hacia la tierra que yo te mostraré"; pero Abraham no sabía qué tierra era, ni la había visto nunca. No obstante, no es un paso en el vacío, lo que da Abraham, sino un paso hacia la PLENITUD de la ESPERANZA. La grandeza y el éxito de Abraham están en la CONFIANZA y en la OBEDIENCIA, en la FE en DIOS. Por ello es nuestro padre en la FE, es nuestro modelo.

Es verdad, que no entendemos, como los apóstoles tampoco entendían, eso de morir, de renunciar a ese hombre viejo, degradado por la avaricia, el egoísmo, la soberbia y el desenfreno de las sensaciones y a todo lo que le acompaña. Es el botellón y la droga de la juventud, es la vida cómoda y sibarita, materialista y hedonista de los mayores.

Como Abraham hay que saber renunciar a una sociedad como en la que él estaba viviendo, pervertida por el poder y a una vida degradada por el placer y la avaricia de tener el rebaño de más miles de ovejas. Renunciar a lo que tengo por algo que no tengo, ni poseo, ni vivo, porque ni si quiera lo conozco: "Sal hacia la tierra que yo te mostraré", apoyado tan solo en la CONFIANZA en DIOS, que me da ligeros indicios para mantener un poco mi ESPERANZA.

Dios nos está llamando en esta Cuaresma, como a Abraham, como a Timoteo ("Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios"). Nos ilumina, para ayudarnos a crecer en la ESPERANZA, con el prodigio de su TRANSFIGURACIÓN, para vencer las corrientes de las aspiraciones mundanas, que buscan lo presente, lo inmediato, lo actual, pero que no creen en la transcendencia, ni espera nada mejor.

En la TRANFIGURACIÓN, Jesús no se presenta como en un espectáculo exhibicionista de sala de fiesta, donde todo es pura farándula y engaño. Su humanidad, al quedar divinizada" momentáneamente, queda como oculta, detrás de la divinidad del Hijo de Dios, mostrándose Jesucristo COMO ES y LO QUE ES: DIOS.

La experiencia vital de lo divino, de lo que gozaron por un instante los tres apóstoles, les hizo olvidarse de la tierra y de sus vidas, pensando en prolongar aquel momento glorioso, dando para ello cobijo en tres tiendas a Jesucristo a Moisés y a Elías.

Volver al llano, a la vida de todos los días les resultaba insoportable. Por eso para mantener la ESPERANZA en esta vida, pensando en la GLORIA, Jesús decidió anticiparles, a los tres apóstoles, como testigos, un momento de gloria, como un relámpago de luz antes de que lleguen las sombras de la muerte, antes de dejar él mismo todo, como "un fracasado".

Es un anticipo de su RESURRECCIÓN. Serán testigos, los tres apóstoles de este estallido de su divinidad en el misterio de su TRANSFIGURACIÓN, para que no lleguen a perder la FE ante sus miedos, temores, desengaños, al asistir a este otro estallido de su humanidad pobre, limitada, impotente y fracasada en el huerto de Getsemaní y en el calvario.

Ahora, queridos hermanos, vamos a asistir a este prodigio, a este milagro, en este Monte Tabor de este altar sacrificial, en que el amor de Jesucristo a esta Comunidad cristiana de San José de Calasanz y a cada uno de nosotros, se va actualizar en este altar, repito, dando de nuevo su vida para la remisión de tus pecados: "Este es el cáliz de mi sangre, que será derramada por vosotros... para la remisión de los pecados". Todo te va a ser redimido, todo perdonado. Saldrás de la Iglesia estrenando de nuevo tu vida. Todo nuevo. Tu vestidura bautismal toda blanca y resplandeciente. No te ensucie. No hagas de tu resplandor, tinieblas, que estás mejor y nos gustas más vestido de luz, vestido de blanco.

Amén

Edu, escolapio

jueves, febrero 14, 2008

Ciclo A
MIÉRCOLES DE CENIZA - CATEQUESIS

1. lectura Joel 2, 12 18
2. lectura 2Cor 5, 20 6,2
3. lectura Mat 6,1 6.16 18

1.- LIMOSNA – COMPARTIR
2.- ORACIÓN – ORAR
3.- AYUNO - RENUNCIAR

Se nos presenta de nuevo la OPORTUNIDAD de BUSCAR LO MEJOR que hay EN NOSOTROS, con alegría y solo POR DIOS

MISIONERO EN TU BARRIO DE LA CUARESMA

HAZ CINCO COPIAS DE ESTA CATEQUESIS – OFRELAS A MAYORES IMPEDIDOS – VECINOS. – PUEDES LERLA Y HASTA EXPLICAR ALGO. DIOS TE BENDIGA. ¡Y QUÉ BENDICIÓN!

En la Cuaresma, la Iglesia hace un alto en el camino en este misterio de nuestra vida humana, pues ni tú, ni yo, ni nadie sabe lo que realmente es ser hombre o ser mujer, persona humana. Y si no sabemos lo que somos ¿cómo podremos vivir en plenitud nuestro ser, lo que somos, si no lo conocemos?.

Solo Dio lo sabe, pues nos hizo y nos lo puede revelar, nos lo quiere revelar para nuestra satisfacción, alegría y consuelo.

El transcurso de la vida humana es una carrera para saber lo que somos y cómo somos. Nos hacemos cientos de fotografías para ver cómo somos, pero no nos dicen las fotos, quiénes somos. Nos hacemos radiografías, scanneres para saber cómo está nuestra salud, pero nada más, de nosotros nada de nada. Vamos al psicoanalista, al psiquiatra, al psicólogo... y a lo más nos dicen cómo es nuestro comportamiento y hasta quizás desvelen alguna posible causa del pasado o actual, de nuestras rarezas, trastornos, fobias, pero lo que realmente somos queda oculto para el especialista y par nosotros.

Cuaresma es ese alto en el camino de la vida humana para

1. Revisarla
2. Reflexionar sobre nosotros mismos
3. Corregir los errores o desviaciones de lo natural al menos
4. Enderezar lo bueno, porque hay algo que está torcido.

Así quitaremos los obstáculos que no nos dejan entender claro lo que Dios nos está diciendo hoy con su Palabra para que no nos perdamos, ni nos salgamos del camino.

Quitar obstáculos es convertirse –metanoia, en griego- cambiar de dirección y de sentido tu vida, mediante el MÉTODO privilegiado y ancestral, el de siempre desde que el hombre es hombre, sea cristiano o no lo sea. Estos son los tres medios fundamentales del método.

La LIMOSNA. La ORACIÓN. Y el AYUNO.

Te sorprenderás al ver y contemplar lo que eres y lo que vales, porque quitados los obstáculos por este método infalible, si lo aplicas y lo practicas con decisión, entenderás lo que Dios te dice y te revela en su Palabra, por su Hijo encarnado: Sabrás lo que eres y lo que vales. Te asombrarás, te repito, porque Dios no hace basura. Nosotros somos los que hacemos basura de nuestra vida, pero Dios no hace basura.

Por todo eso que somos: Seres humanos. Y por todo lo que valemos: Hijos de Dios, se nos promete un Reino, donde todo es Dios en Dios. Todo es paz y armonía, todo es amor. Todo es un Dios-Padre, que nos hace sus hijos adoptivos.

Cuaresma es, pues,
tiempo de Éxodo, de salir de la esclavitud, como los israelitas salieron de la esclavitud en Egipto. Es tiempo de salir de la ignorancia consentida y querida y del pecado. Cuaresma es desierto, lugar y situación donde se aprende a ser libre. Lugar donde se aquilata y se prueba nuestra FE en la Promesa. La Tierra Prometida, el cielo nuevo, la tierra nueva, la Nueva Vida, llegará y confiamos llegará, porque creemos. Tu triunfo, tu gloria llegará. Confía, ten fe. Esta es tu fuerza, la FE, esta es tu baza de triunfo. Y se necesita poca: "si tuvierais FE como un granito de mostaza..."

Cuaresma es,
pues, Tiempo de conversión por el Bautismo: Agua, iluminación, nueva vida. Y por la Penitencia: Arrepentimiento para alcanzar la misericordia, el perdón de Dios, que siempre perdona, incluso hasta la oveja díscola y loca, la oveja número 100 que se perdió.

La Iglesia quiere preparar
con esta –metanoia- o conversión personal y comunitaria, la fiesta cumbre, la PASCUA de RESURRECCIÓN de JESUCRISTO, que da sentido y valor a toda la vida humana y cristiana. Sin ella nuestra FE, nuestra ESPERANZA y nuestra CARIDAD serían vanas, vacías, inútiles, como nos lo dice San Pablo: 'Si Jesucristo no ha resucitado, vana e inútil sería nuestra FE'

A este gran acontecimiento en la vida de la Humanidad, nos preparamos millones de personas durante este tiempo fuerte de los cuarenta días, que por ello le llamamos Cuaresma. Todos queremos ser algo mejores al menos, pues nadie está conforme con su modo de ser y de vivir.

Este es el tiempo para valientes, es tiempo para esforzados, para gente con corazón, es tiempo para que crezca ese hombre interior.

Se trata pues, de hacerse, de realizarse y de descubrirse, que no soy tan malo como me creo o me consideran los demás, empezando por los de mi propia casa. Así, cambiados, mejorados, podremos darnos y entregarnos, para amar mejor y de verdad. Dar siempre vida y no-muerte: a - mor, igual que a - morte, sin muerte. Amor es pues, Vida sin límites, sin fronteras. Es decir, que tú seas tú y no una pantomima, una máscara de carnaval. Que tu seas persona y no un muñeco.

Y esto se logra con el equilibrio de las tres aptitudes o cualidades, fuerzas naturales, que nos hacen, nos realizan, forjan nuestra personalidad. Estas tres aptitudes o fuerzas no son malas, pero son ciegas. Y tú las tienes que gobernar, guiar y conducir.

Estas son las tres tendencias, fuerzas naturales o aptitudes con las que todos nacemos:

1. - tendencia o deseo de TENER o POSEER.
2. - tendencia o deseo de SER ALGUIEN (auto-estima)
3. - tendencia o deseo de GOZAR.

Cuando estas tendencias o fuerzas de nuestra naturaleza se desembocan, no se controlan, se deshumanizan, surgen sus tendencias negativas opuestas:

1. - la AVARICIA, todo y solo para mí
2. - la SOBERBIA, todos a mis pies
3. - la LUJURIA y la GULA, placeres y sensaciones corporales deshumanizados, que nos degradan.

El MÉTODO privilegiado y ancestral del que hice referencia al principio, es conocido por el slogan o frase-hecha, multisecular, de: LIMOSNA-ORACIÓN-AYUNO, que traducido en el orden práctico para que lo comprendas bien y lo apliques y vivas en la Cuaresma, como Jesucristo, que como hombre lo empleó en sus tentaciones, en el desierto, se explicará su significado profundo.

Hay dos niveles de significado de esta frase-hecha. Uno superficial, que todos más o menos sabemos, pero el significado profundo es el siguiente:

LIMOSNA quiere decir:
DA DE LO QUE TIENES; si mucho, mucho. Si poco, poco, pero DA, si no te estás engañando. Da tu tiempo, tu plata, tus cosas, préstalas al menos. Si das lo que tienes, serás capaz de dar poco a poco LO QUE ERES: dar amor cariño, comprensión, indulgencia, perdón. DATE TÚ, que TÚ eres la verdadera y la mejor limosna.

Cuando los patronos del mundo entero se den ellos mismos a sus obreros o empleados, ya no habrá salarios injustos, verdaderos robos, ni huelgas. Los sindicatos obreros no tendrán casi sentido. Ah... si al menos los cristianos del mundo entero viviéramos la Cuaresma, habríamos arreglado casi el mundo. Al menos intentemos arreglar algo.

Dando tú lo que tienes y lo que eres, descubrirás lo fantástico que Dios te ha hecho, porque Dios no hace basura. Escucharás en tu corazón aquellas palabras de Jesucristo, juez del Universo: "Ven, bendito de mi Padre a poseer el Reino, que desde el principio estaba preparado para ti, porque tuve hambre y me diste de comer; desnudo y me vestiste..."

"Tuve hambre y me diste de comer", es decir, en el ejercicio de la limosna, te encuentras con Dios y así estás ya entrando y aplicando el 2 ° elemento del Programa de Cuaresma:

la ORACIÓN.
Si has dado limosna de esta manera y te has dado tú al prójimo, al hermano necesitado de ti, tu ORACIÓN o diálogo con Dios será auténtico y sincero. Porque para amar y dialogar de verdad con Dios, hay que dialogar y amar antes a los hermanos. Así nos lo enseña san Juan: "quien dice que ama a Dios, a quien no ve y no ama a su hermano a quien ve, es un mentiroso".

Primero, pues, compartir, para en segundo lugar, poder dialogar en intimidad amorosa y sincera con Dios-Padre.

En tu parroquia y con tus hermanos, puedes dialogar con Dios y adorarlo, alabarlo y bendecirlo todos los jueves, en la Exposición que hacemos del Santísimo Sacramento, de 10 a 12 y de 17 a 19 horas. Frecuenta est encuentro con Dios al menos, algunos días de la Cuaresma. Te hará, más bien del que esperas.

Y todos los días de la semana, domingos incluidos, diálogo con la Madre de Dios, que no puede, ni debe faltar en la vida de un cristiano. Rezamos el ROSARIO, que es la plegaria de los laicos, es como su misa, pues ellos presiden esta plegaria y la dirigen, los días de semana a las 18.00 horas y los domingos a las 18.30, y durante la Cuaresma con Exposición del Santísimo Sacramento, los domingos.

Ocupar los primeros bancos siempre e incluso en el presbiterio desde donde lo dirigís vosotros, siempre que haya asientos libres.
La plegaria Eucarística la dirige, preside y celebra el Sacerdote con la asamblea o pueblo de Dios. En el rezo del santo Rosario sois vosotros, los laicos, la asamblea, quienes lo dirigís, lo presidís y lo rezáis con la comunidad.

Dios se irá haciendo más familiar en tu vida con este ejercicio de la oración, pues frecuentemente lo vamos dejando a Dios un poco de lado y nos acordamos de él solo cuando tenemos miedo por lel peligro de la muerte o por alguna desgracia. Pobre religión la tuya, que la has hecho religión del miedo y no del amor.

Si frecuentas su trato en la oración y la Eucaristía, empezarás a verte en él como en un espejo y contemplarás tu imagen, en muchos aspectos algo degradada, un tanto desfigurada por excesos en el placer y en el gozar desmedidos, deshumanizados. Sentirás vergüenza de ti mismo al estar por la oración más cerca de Dios. Y necesitarás entonces, purificación y ascesis, que es el tercer elemento o práctica del Programa de Cuaresma: AYUNO y ABSTINENCIA.

Abstinencia o abstenerte
de caprichos y deseos turbios, de egoísmos bastardos, de intenciones torcidas, de pasiones descontroladas y de tu pereza por un confort desorbitado por tu irresponsabilidad en tu comportamiento.

Abstenerse de comer carne es solo un signo,
como una insignia de pertenencia a la Iglesia y de comunión con millones de personas en el mundo que están embarcados y empeñados en la misma empresa de ser hombres y mujeres de cuerpo entero para ser santos. De lo que me debo realmente de abstener es de la carne de la prostituta o del "chulo"; del alcohol en demasía; del engaño en los negocios sucios; del enriquecimiento injusto; de la mentira y falsedad de mi vida.

LIMOSNA_ORACIÓN-AYUNO
son los tres medios básicos del Programa de Cuaresma, que nos llevarán a una mayor inteligencia y contemplación del misterio de Jesucristo en su Palabra y a vivir este misterio en su plenitud. La victoria esta vez está más cerca de nuestras manos, superando así el fracaso de Adán, porque "ESTE ES EL TIEMPO FAVORABLE. ESTE ES EL DÍA DE LA SALVACIÓN. ¡DÉJENSE RECONCILAR CON DIOS!"... "¡DÉJENSE RECONCILIAR CON DIOS!"

En la Eucaristía que vamos a celebrar, encontraremos toda la fuerza para esta empresa maravillosa de ser mejores. Solos no estamos. Jesucristo, encarnado y hecho ahora alimento, nos acompaña y fortalece en este camino de Cuaresma. AMEN .
Edu, escolapio

Ciclo A Tiempo de Cuaresma
1 domingo
CATEQUESIS
Eduardo Abad

1 – Lectura, Génesis 2, 7-9; 3, -7
2 – Lectura, Romanos 5, 12-19
3 – Lectura, Mateo 4, 1-11

MISIONERO DE TU BARRIO, DE LA CUARESMA
HAZ UNAS CINCO COPIAS DE ESTA CATEQUESIS
OFRECELAS A MAYORES IMPEDIDOS Y VECINOS
PODÉS LEERLA Y HASTA EXPLICARLA ALGO PARA
AYUDARLOS. DIOS TE BENDIGA A TI Y A TU CASA

Queridos hermanos: Los Cristianos del mundo entero estamos de fiesta; sí, de fiesta, porque ha sonado la señal de salida para correr con valentía y llenos de esperanza, la Cuaresma, que es como el recorrido de una maratón, que nos lleva a la meta de una victoria segura: la muerte ha sido vencida. "Muerte ¿dónde está tu victoria? Muerte ¿dónde está tu aguijón?"

Cuarenta días de recorrido, que nos llevan a la PASCUA de la RESURRECCIÓN de JESUCRISTO, que realiza la esperanza de nuestra inmortalidad.

Que todos nosotros subamos, al menos en esta cuaresma del 2008, un escalón, que nos acerque al triunfo definitivo de nuestra vida, a pesar de nuestros fracasos y de nuestros pecados.

Alegría y fiesta, y prestad atención: esta alegría y fiesta es para: más de mil millones de cristianos en el mundo, que nos hemos puesto en marcha con el mismo fin y objetivo: ¡Triunfar! No te quedes ahí quieto, sin participar. Quien no participa en la lotería, comprando un número, no le puede tocar.

Alegría y fiesta en nuestros corazones por lo que hoy se nos revela de parte de Dios y que San Pablo escribió a la comunidad de los romanos y que hoy a nosotros nos lo ha dicho en la segunda lectura: "Dónde abundó el pecado, sobreabundó la gracia" "Por un solo hombre, Adán, entró el pecado en el mundo y por el pecado, la muerte, porque todos hemos pecado en Adán."

La naturaleza humana ha quedado dañada por el pecado de soberbia de Adán y Eva. Pecado de soberbia que se repite hoy, al querer, científicos, sabios y detentores del poder, ser tanto o más que Dios y que algunos ni lo admiten y lo niegan. Todo ser humano que nace, nace con una naturaleza humana rebelde, dañada de soberbia.

"Pero si por el delito de uno solo, Adán, murieron todos, ¡cuánto más la GRACIA de DIOS se ha desbordado sobre todos los hombres por medio de uno solo, Jesucristo... que condujo a todos los hombres a la JUSTIFICACIÓN, que da la VIDA ETERNA".

Hermanos triunfo total y triunfo definitivo:
eterno.

Y vida. ¡Vida y no-muerte!

Y qué consuelo tan grande y qué esperanza tan cierta, pues en esta carrera de Cuaresma hacia la PASCUA, todos cuan tos corramos, recibiremos premio, aunque no seamos los primeros y lleguemos los últimos. Así nos lo afirma San Pablo en 1Corintios 9, 24: "¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos corren, pero uno solo alcanza el premio? Corred pues, vosotros, de modo que lo alcancéis". Todos tendremos premio, pero hay que ponerse a correr.

¿Y de qué modo hay que correr para alcanzar el premio? nos preguntamos hoy nosotros, corredores del siglo XXI. Y San Pablo, de nuevo, nos lo aclara, siguiendo el símil de las carreras en el estadio romano: "Quien se prepara para la carrera – que es como prepararse para una lucha- de todo se abstiene y eso para alcanzar tan solo una corona de laurel, que se marchita, algo corruptible; mas nosotros nos debemos también abstener de todo pecado para alcanzar todos, una corona incorruptible: una vida eterna".

Así de claro nos lo dice: una Vida Eterna, porque no queremos morir para siempre y dejar de ser.

No te desalientes pues, por tus muchos pecados, que la gracia del perdón de Jesucristo ha sobrepasado –sobreabundado- con creces todas nuestras maldades.

Los cinco domingos de Cuaresma constituyen una catequesis unitaria, muy ordenada, con una lógica inteligente para comprender mejor la enseñanza global y conseguir un éxito en nuestra vida humana y cristiana.

El primero y segundo domingo son LA SALIDA y LA META del CAMINO cuaresmal y constituyen el primer núcleo de la catequesis, a la vez que forman la estructura de toda la catequesis cuaresmal. El telón de fondo en los escenarios.

El domingo 3, 4 y 5 son las etapas del camino de la VIDA de FE del CRISTIANO.

Una advertencia importante:
sería buenísimo que este año no caigamos en "la trampa de la Cuaresma."

Hay que vivir el tiempo de Cuaresma con un espíritu optimista, y llenos de alegría por lo que esperamos. Que no caigamos en la trampa tradicional de la Cuaresma aun más tradicional y llena y encerrada en penitencias, mortificaciones, letanías sin fin y via-crucis, limosnas y todo el telón de fondo negro, muy negro o morado de nuestros pecados a confesar. Todo esto está bien y lo debemos hacer, practicar, pero la trampa de la Cuaresma tradicional es quedarnos en ese clima y ambiente oscuro de nuestra maldad, de nuestros pecados sin fin y sin fin, dándoles vueltas y más vueltas, buscando un arrepentimiento, llenos de temor y miedo a nuestra condenación. Todo negativo, todo oscuro; y un Cristo chorreando sangre para ver lo malo y perversos que hemos sido.

Los antiguos nos decían: "In omnibus respice finem". En todas tus actividades, ten en cuenta cuál es su finalidad.

¿Cuál debe ser la finalidad, el objetivo en la Cuaresma, de todos los ejercicios cuaresmales: charlas, oraciones, mortificaciones, penitencias, limosnas y un largo etcétera? PREPARARNOS PARA VIVIR Y CELEBRAR EL MISTERIO CUMBRE Y CENTRAL DEL CRISTIANISMO: LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO. LA PASCUA o El PASO definitivo de la MUERTE –la mayor de las esclavitudes- a la VIDA ETERNA con JESUCRISTO RESUCITADO, que ha vencido a la muerte y nos ha merecido la RESURRECCIÓN o NUEVA VIDA de HIJOS de DIOS.

Por consiguiente, cuanto hagas en la Cuaresma debe estar marcado con un signo optimista, de victoria, de gozo, de alegría; al final seremos vencedores y no vencidos; la muerte ya no es el final del camino, sino que la meta será la gloria de tu RESURRECCIÓN.

La Cuaresma es solo mediación, PUENTE entre nuestra situación de tinieblas, esclavitud, degradación y pecado y la ESPERANZA de PASAR, MEDIANTE el PUENTE de la Cuaresma, su vivencia y práctica, a una NUEVA VIDA de LUZ, de LIBERTAD, de INTEGRACIÓN, de GRACIA.

En el PUENTE de la Cuaresma se tienen que oír ya cantos de victoria y no lamentos todo el tiempo y lágrimas por nuestro pasado oscuro, lleno de pecados. Los cantorales tienen listas interminables de cantos de Cuaresma, de penitencia. Y cortas son las listas de cantos de alegría, optimismo, de acción de gracias, de victoria por la RESURRECCIÓN.

Cuaresma son cinco semanas y las atiborramos de actos y cantos de penitencia de todo tipo. Pascua son siete semanas y acabado el domingo de Pascua, no sabemos casi qué hacer con los otros seis domingos. Pasan desapercibidos, porque nos hemos volcado de tal manera en esfuerzos charlas cuaresmales, y vienen hasta otros sacerdotes para que oiga voces nuevas, quizás también ideas renovadas, alguna convivencia y hasta ejercicios espirituales en una casa de ejercicios, liturgias penitenciales, ejercicios piadosos de conversión, via-crucis solemnes con cruces, antorchas, por las calles y procesiones de penitencia en Cuaresma, sin contar ya con lo de antes, con los altares cubiertos de grandes cortinajes morados, que daban aquel aspecto sombrío. No es una crítica a lo que se hacía, ni a lo que hacemos. EL OBJETIVO PARA EVITAR Y NO CAER EN LA TRAMPA es ver la contradicción entre un gran esfuerzo plausible para algo que teológicamente solo es sombra, mediación, puente; y así resulta que nuestra imaginación creativa se ha agotado y nuestras fuerzas también, porque quizás y sin quizás, toda nuestra FE no llega a un grano de mostaza y como no sabemos muy bien que es todo eso de RESURRECCIÓN y NUEVA VIDA, lo vivimos con dificultad, sin grandes entusiasmos, porque no lo entendemos muy bien y lo vivimos superficialmente, con poco asombro, porque todo eso parece más interior, de una teología mística, que nos la enseñaron poco, si es que nos la enseñaron, y pensamos menos en ello. Nuestro entusiasmo y fervor son imperceptibles, en cambio percibo muy bien y nos entusiasma la conversión de pecadores de Cuaresma que están en la boca de todos y casi se ve el milagro o intercesión de todos esos santos que adornan el templo y que ganan puntos en este tiempo de conversiones, pero que apenas sabemos gran cosa de sus vidas. Los domingos de Pascua pasan discretamente. Y uno no sabe cómo hacer y qué hacer.

Por eso sospecho que en esas actitudes tan marcadas de la Cuaresma tradicional hay bastante o mucho de masoquismo, un cierto desequilibrio psíquico y una FE balbuciente y una pobre ESPERANZA. Esta es la TRAMPA de la Cuaresma: quedarte en el PUENTE y no pasar a vivir con gozo y alegría perpetua TU PASCUA, tu liberación del pecado y de la muerte, tu perdón, TU RESURRECCIÓN con JESUCRISTO, el HIJO de DIOS, tu VIDA NUEVA, vida con Dios. La TRAMPA de la Cuaresma es QUEDARTE LLORANDO EN EL PUENTE...

El objetivo de la Cuaresma acabamos de pedírselo a Dios en la ORACIÓN de nuestra Comunidad Parroquial: la Oración Colecta, que "colecciona" todas las peticiones de la Asamblea: "Al celebrar un año más la santa Cuaresma concédenos, Dios todopoderoso,

(1) avanzar en la INTELIGENCIA del Misterio de Cristo
(2) VIVIRLO
(3) EN SU PLENITUD.

Y los tres medios privilegiados para quitar OBSTÁCULOS, que son los que no nos dejan avanzar en la INTELIGENCIA del Misterio de Cristo y VIVIRLO en PLENITUD se nos dieron y explicaron el miércoles de Ceniza. Un programa para salir victoriosos en la lucha, y para la carrera en el estadio, el maratón de 40 días y llegar así a la meta, aunque seas el último, llegar a la PASCUA; a la VICTORIA: RESURRECCIÓN. Jesucristo empleó esos medios, los practicó en la lucha de sus tentaciones como hombre, como tú.

Estos son los tres medios del Método para la Cuaresma y para toda tu vida:

1 - LIMOSNA.
Empieza dando cosas, plata por ejemplo, para acabar dándote tú, porque tú eres la verdadera limosna, la mejor limosna. Vencerás la AVARICIA, todo para mí.

2 - ORACIÓN.
"Nunca es el hombre más grande que cuando está de rodillas", decía Donoso Cortés. Aceptas y te pones en tu lugar, en tu sitio de criatura. Vences con la HUMILDAD de tu Oración, la SOBERBIA. Yo por encima de todos y todos mis esclavos. Pecado que dura hasta la muerte, el peor, el de Adán. El del origen, el original, el de siempre.

3 – AYUNO
y abstinencia para ser "dueño y señor de ti mismo". Privarme de todo aquello que me esclaviza por las sensaciones descontroladas y deshumanizadas de la LUJURIA y la GLOTONERÍA. Lo importante no es dejar de comer carne. Lo importante es no "comer la carne de la prostituta o "chulo".

LIMOSNA, ORACIÓN y AYUNO nos ayudan eficazmente a EQUILIBRAR las TRES APTITUDES o fuerzas de mi NATURALEZA, que nos hacen y realizan y forjan nuestra PERSONALIDAD.

Estas tres Aptitudes o Fuerzas Naturales no son malas, pero son ciegas y tú las tienes que GUIAR y CONDUCIR para que sean humanas y no degradantes de la propia naturaleza.

Que en esta Eucaristía que vamos a celebrar, encontremos la fuerza de Jesucristo, hecho alimento y vencedor del pecado y de la muerte, para que seamos todos triunfadores en la Cuaresma y en toda nuestra vida, pero que NADIE SE QUEDE LLORANDO SUS PECADOS EN EL PUENTE DE LA CUARESMA. ES UNA TRAMPA

Amén
Edu, escolapio